Skip to main content

Pianistas del sur: la música de la Patagonia

El Baldwin del Centro Cultural volvió a sonar y como cada vez es una celebración. Juan Lucas Vía y Claus se presentaron en el primer concierto de este ciclo que propone unir la Patagonia a través de la música.

El Baldwin además de un piano, es un velero. La única luz brillante del salón lo ilumina y radiante espera en el centro del escenario. Tiene la tapa en alto y al igual que la vela extendida de un barco, es una clara señal de que está pronto a zarpar. Todos se mueven alrededor y el histórico piano de cola del Centro Cultural Santa Cruz una vez más invita a navegar en las aguas musicales de nuestra patagonia.

La propuesta es un viaje con una mixtura fascinante que incluye pasajes clásicos y también modernos, música barroca además de tango y rock nacional. El ciclo “Pianistas del Sur” -organizado por la Secretaría de Cultura- presentó este sábado 17 el primer concierto de los cuatro previstos para agosto en Río Gallegos y en esa primera noche se presentaron el pianista y compositor rionegrino Juan Lucas Vía y el músico, docente y productor musical riogalleguense CLAUS.

La sala está llena. De bote a bote. Además de la luz que ilumina el piano acústico Baldwin, las luces tenues sobre el escenario del auditorio Luis Villarreal generan un clima de intimidad entre el pianista y su público.

Juan Lucas Vía es el primero en subir al escenario para interpretar Travesía, una canción instrumental de su autoría e invita a todos a participar de este viaje que se extenderá por más de dos horas y media. Luego vendrán Mixtura y Ofrenda, dos canciones también del pianista rionegrino que quiso compartir con el público de Río Gallegos en su afán por presentarse “desde lo más genuino”.

En la segunda parte del concierto, interpretó obras de Johan Sebastian Bach, compositor icónico del periodo barroco, pero bajo su propio estilo; y finalizó con clásicos del rock nacional como Luis Alberto Spinetta y Fito Paez y del tango como Astor Piazzolla.

“El piano nos permite andar todos estos caminos y construir una voz del sur”, afirmó Vía antes que el público agradeciera su música con un aplauso cerrado.

El concierto de CLAUS fue aún más disruptivo y provocador, como él mismo lo pensó. Planificado en estaciones diversas, CLAUS se detuvo en Mozart, Beethoven y Bach, pasando por Piazzolla y finalizando en Charly García con canciones emblemáticas como Rasguña las Piedras, Seminare y la Grasa de las Capitales, interpretado por un coro integrado por estudiantes del Conservatorio de Música.

“Los pianistas somos tan diversos alrededor de este instrumento. Se pueden tocar tantas cosas, pero tantas cosas que es una cosa increíble”, sentenció el productor riogalleguense.

Otra vez, el público agradece de la única forma que sabe: aplaudiendo a más no poder y deseando que este espectáculo se vuelva a repetir.

Uniendo el sur

Antes de este primer concierto, Claus y Juan Lucas Vía se dan un momento para hablar sobre sus inicios y su formación como una manera de estimular a quienes tienen inquietud y gusto por la música. También resaltan el poder de la música como una forma de unir nuestra región y consolidar una identidad regional. Por último, lo vital de estos espacios para la expresión artística y la formación de públicos que elijan la música patagónica.

La infancia es central para definir vocaciones y la familia hereda pasiones. Tanto Claus como Juan Lucas, marcan aquellos primeros años como el inicio de esta vida vinculada a la música.

El camino musical de Claus inició junto a su padre que tocaba folclore en Mendoza, con la exquisitez de los músicos de Tunuyán: “Siempre lo veía punteando, no entendía por qué no hacía acordes, porque claro en Tunuyán se tiene que puntear. Me había comprado un bombo y siempre lo acompañaba. Después me regaló una armónica y después otro instrumento y yo me divertía”.

Luego de la música como juego se acercó al Conservatorio de Música para aprender y a la primera canción que aprendió ya se sentía músico: “Recuerdo la primera canción que me enseñó el profe de piano, se llamaba Dos por Diez, que es una canción muy básica. La aprendí y le dije a mi mamá ya está, me recibí”.

También valoró su formación en el Conservatorio Provincial de Música: “Agradezco haberme topado con esa escuela, porque nuestra escuela de música tiene más de cincuenta años y formó a muchos músicos y artistas que se destacan tanto en la provincia como en el país”.

“Yo siempre fui un rebelde, y cuando me decían no toques eso, yo decía sí, sí, y después lo tocaba, cuando salía del aula. Pero tuve muchos compañeros que no tuvieron esa suerte, e iban dejando. Entonces eso me quedó, y siempre valoro mucho lo creativo”, remarcó Claus.

El vínculo de Juan Lucas Vía con la música, nació a partir de su abuela: “Tenía un piano en su casa y a mí me gustaba mucho tocar. En los momentos, sobre todo, que ella dormía la siesta porque teníamos muchos primos y a veces algunos le daban bastante duro al piano, entonces no nos dejaban. Pero cuando dormía en la siesta, yo me sentaba y jugaba”.

En cuanto a su formación, recuerda a la Escuela de Arte de Alcides Biagetti de Carmen de Patagones y más adelante a la Facultad de Bellas Artes de La Plata. Pero también resalta, otra escuela: la de los amigos. “Allí conocí la música popular también a partir de compartir con mis amigos”.

La música y la identidad regional

Ambos coinciden en que la música nos une y es una herramienta central para la construcción de una identidad cultural regional. En este sentido, el músico santacruceño señaló: “Nuestra región es muy poderosa, somos casi un continente, y si la trova rosarina fue posible, nosotros también podemos”.

En este sentido valoró la apertura de estos espacios que tienen una visión regional para el intercambio y la presentación de artistas de las provincias patagónicas: “Llegó el momento ahora de salir a tocar, donde sea, y en las mejores salas, en los mejores espacios, en los mejores lugares. Y eso está pasando”, resaltó Claus.

A su vez, el rionegrino consideró: “La música y el arte en general metaforizan de alguna manera el paisaje de un momento determinado y de un lugar determinado. Es una forma de conocer el universo, es una forma de conocerse a uno y de conocer el lugar a donde uno habita”.

Y añadió: “Este es un valor para la comunidad, para todos, porque de alguna manera eso que uno transforma en arte te ayuda a identificarte y a relacionarte con ese espacio en el cual estás, a afirmarse en ese lugar, a querer tu lugar”.

En este sentido, Vía valoró el espacio abierto con “Pianistas del Sur” y sostuvo: “Es importantísimo que se valore el arte local o el arte regional de la manera en que lo están haciendo”

“Tocar en un espacio así, tan hermoso, que se cuida a los artistas, que se les dé un instrumento tan hermoso, que suene bien, todo eso es nutrir esa fuerza vital que va a crecer en el arte para seguir expandiéndose y para seguir uniéndonos a los pianistas del sur en esta travesía patagónica”, concluyó Juan Lucas Vía.