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Ignacio Aguirre y Antígona de las nieves: el teatro como apuesta colectiva

El director Ignacio Aguirre presentó en la Feria Provincial del Libro el desmontaje de Antígona de las nieves, una experiencia única del Cervantes en Santa Cruz que revela la fuerza del trabajo colectivo y la potencia del teatro como motor cultural.

En la Feria Provincial del Libro, el teatro tuvo su momento de intimidad y reflexión con la presencia de Ignacio Aguirre, director de Antígona de las nieves. La propuesta no fue una función, sino un “desmontaje”: un espacio para compartir con el público los procesos creativos, las decisiones, los ensayos y las dudas que dieron forma a una obra que ya dejó huella en la escena santacruceña.

“Estamos muy contentos de poder compartir esta experiencia única, la primera en la provincia producida por el Teatro Nacional Cervantes”, señaló Aguirre, subrayando la relevancia de que un proyecto de alcance nacional se haya gestado en Santa Cruz. Más que hablar de resultados, el director se propuso abrir la cocina del teatro: cómo se seleccionaron las ideas, qué caminos se exploraron y cuáles quedaron en el camino, cómo se fue moldeando la puesta hasta llegar a escena.

En primera instancia, Aguirre dejó en claro que hacer teatro en Santa Cruz es un desafío mayor. “Es bastante cuesta arriba, porque uno convoca a un grupo a un proceso incierto, muchas veces sin fecha de estreno. Eso refuerza la grupalidad, el compromiso, la entrega de todos”, explicó. Recordó que en producciones anteriores los ensayos se extendieron más de un año y medio, y que en el caso de Antígona de las nieves el Cervantes demandó jornadas intensas de siete u ocho horas diarias durante dos meses. “Uno pasa a trabajar casi exclusivamente para esto”, resumió, con la mezcla de agotamiento y orgullo que solo el teatro puede provocar.

La conversación también giró hacia la importancia de profesionalizar la actividad. “Hay que fomentar que la gente estudie teatro, que se profesionalice la actividad. Cuanto más seamos, más linda la fiesta”, dijo Aguirre, invitando a nuevas generaciones a animarse a proyectos que, aunque parezcan lejanos, son posibles. La experiencia con el Cervantes, reconoció, fue un sueño cumplido: “Parecía algo tan lejano que decíamos ojalá algún día estemos ahí. Haber llegado nos entusiasma y revaloriza la cultura santacruceña, la pone en otro lugar”.

El desmontaje de Antígona de las nieves no fue solo un repaso técnico, sino un acto de comunidad. Aguirre transmitió la convicción de que el teatro es, ante todo, un trabajo colectivo, una apuesta compartida que se sostiene en la confianza y la perseverancia. Y en ese gesto, la Feria del Libro se convirtió también en un escenario: un lugar donde la palabra y la memoria se cruzaron con la pasión de quienes creen que el arte puede transformar realidades.