Ariel Arroyo y el Cancionero Santacruceño: sembrar identidad a través de la música

El músico Ariel Arroyo presentó el Cancionero Santacruceño, un proyecto que busca llevar a las escuelas canciones con identidad local. Con el acompañamiento de docentes y artistas, la propuesta crece como una semilla cultural que fortalece la memoria colectiva.
En la Feria Provincial del Libro, la música tuvo su espacio de encuentro con la palabra. Ariel Arroyo presentó el Cancionero Santacruceño, un proyecto que viene gestándose desde hace tiempo y que ahora se abre camino con fuerza en el ámbito educativo. Moderado por Miguel Auzoberría, el conversatorio se convirtió en un espacio de reflexión sobre la importancia de transmitir, desde la infancia, un repertorio que hable de la tierra, de la gente y de la identidad de Santa Cruz.
Arroyo explicó que el objetivo central es que las canciones de autores y autoras de la provincia lleguen a las escuelas, acompañadas de capacitaciones para docentes y materiales que permitan su enseñanza. “La finalidad es la enseñanza de canciones con identidad en las escuelas de toda la provincia. Estamos articulando con el Consejo Provincial de Educación y con Cultura para que ese material llegue a cada lugar”, señaló, convencido de que la música puede ser un puente poderoso entre generaciones.
El proceso de selección de las obras que integran el cancionero no fue sencillo. La premisa fue clara: que cada canción tuviera un anclaje identitario, ya sea en la poesía o en la música. “Es un material pensado para ampliarse año a año. Siempre apostando a sumar artistas, porque gracias a Dios hay mucho material en la provincia, cada vez más”, destacó Arroyo, con la certeza de que este proyecto no es un punto de llegada, sino un camino en construcción.
El Cancionero Santacruceño se presenta como una “semillita más”, en palabras del propio músico, para animar a otros a crear desde la impronta local. Y esa semilla ya empieza a dar frutos: los docentes que participaron en las capacitaciones devolvieron entusiasmo y compromiso. “Todo el mundo muy contento. Ha sido increíble el trabajo maravilloso que hicieron los docentes en esta parte del año. Muchas producciones, así que va a ser una sorpresa muy linda”, adelantó Arroyo, en referencia a los trabajos audiovisuales que se presentarán próximamente como cierre de la experiencia formativa.
Más allá de la propuesta pedagógica, lo que se percibió en la presentación fue la convicción de que la música es memoria viva. Cada canción elegida para el cancionero es también un gesto de reconocimiento a quienes, desde distintos rincones de la provincia, han puesto en palabras y melodías la identidad santacruceña.
El conversatorio cerró con un clima de entusiasmo compartido: la certeza de que este proyecto no solo rescata canciones, sino que las proyecta hacia el futuro, en las voces de los niños y niñas que las aprenderán en las aulas. En ese gesto, el Cancionero Santacruceño se convierte en mucho más que un libro de partituras: es un acto de transmisión cultural, un legado que se canta.